jueves, 9 de octubre de 2014

Novedades Octubre - Románticos Históricos



Sí, quiero
Florencia Canale & Dany Mañas



Desde su creación a fines del siglo XIX, el Registro Civil de la Ciudad de Buenos Aires atesora miles de historias de amor. Por allí pasaron para unirse en matrimonio muchas de las parejas más memorables de la política, la ciencia, la literatura, las artes y el espectáculo de nuestro país: desde Carlos Pellegrini y Carolina Lagos, cuyo registro matrimonial es el más antiguo que conserva la ciudad, hasta la unión de Alejandro Vannelli y Ernesto Larresse, emblema del matrimonio igualitario.
Florencia Canale y Dany Mañas les dan vida en este libro a los entretelones de las mejores historias de amor y los casamientos más célebres del Registro Civil. ¿Cómo se conocieron Jorge Newbery y Sarah Escalante? ¿Qué famoso bailarín ruso conoció a su gran amor en el barco que los trajo a Buenos Aires? ¿Cómo transcurrió el largo noviazgo de los escritores Oliverio Girondo y Norah Lange? ¿Y el primer encuentro de Palito Ortega y Evangelina Salazar? ¿Qué dijo Mirtha Legrand la primera vez que vio a Daniel Tinayre? ¿Cómo fue el detrás de escena de los dos matrimonios de Susana Giménez?
Entre la rigurosidad de la biografía y el encanto novelesco que toda historia de amor propone, Canale y Mañas logran en Sí, quiero un recorrido atrapante por noviazgos y bodas, conquistas y desencuentros, ilusiones compartidas y amores que hicieron historia.
 ¡Preparen el arroz, que ya salen los novios!

El Maldito
Adriana Hartwig





Sinopsis:
Una leyenda puede cambiar el curso de una vida. La creencia es tan fuerte que determina cómo se comporta un pueblo entero.
En Colonia San Pedro, la recién llegada Lucía Ferrara, maestra rural, se ha puesto como misión educar a los niños aborígenes del lugar que no asisten usualmente a clases. Es allí donde se topa con la mayor resistencia: muchos de ellos no estudian porque deben trabajar en la finca Los Cigarrales. Es allí, también, donde se topa con la leyenda: hace años, los dueños del establecimiento tuvieron que dejar la colonia porque los lugareños acusaron a su hijo, Santiago Aldama, de ser un asesino, la encarnación de un mítico personaje fantástico de la zona.
Cuando Santiago retorna a Colonia San Pedro para dirigir la finca, se encuentra, una vez más con la resistencia popular: otra vez la leyenda amenaza con expulsarlo. Decidido a quedarse, hará un pacto con Lucía: ella deberá limpiar la imagen de Santiago frente a los pobladores; él le permitirá tener una escuela para los niños de Los Cigarrales. Entre la conveniencia y la desconfianza, entre los secretos que se ocultan, nacerá una atracción peligrosa entre ambos.
Con el incomparable paisaje del Iberá como marco, Adriana Hartwig, una de las autoras de novela histórica más prestigiosas del último tiempo, retoma su particular visión de la historia, el amor, los mitos populares y las relaciones humanas.

Cuando decide el corazón 
Elizabeth Bowman




Inglaterra, 1803. Fanny Clark vive junto a su familia en la tranquilidad rural del condado de Sheepfold. Allí comparte la casa con su padre, dos hermanos y una madre que lo único que disfruta más que los chismes son las intrigas para casar a su hija con alguien adinerado. De todos modos, a Fanny lo que más le gustan son los libros, las novelas que muestran a mujeres decididas y a amores desmedidos.
La calma en su vida se verá interrumpida cuando deba viajar a Londres a acompañar a Charlotte, su mejor amiga, que va a ser presentada en sociedad. Allí, Fanny conocerá las absurdas convenciones, la innecesaria ostentación y los aburridos bailes en los que se topará con el oscuro Oliver Hawthorne, al que ella tildará de asno.

La fiebre de su hermana menor que la obliga a regresar a Sheepfold y la llegada a su casa del misterioso Jarrod Rygaard, un estadounidense amigo de su hermano, completan, para Fanny, la trama de su propia novela: disputada por dos hombres, disputada por la vida en el campo o en la ciudad, ella deberá elegir cómo hacer aunar lo que desea.

Todo el cuerpo de Fanny se vistió de piel de gallina cuando se percató de que Oliver Hawthorne sería el mejor héroe romántico, apuesto y sensual, que jamás encontraría en ninguna de sus novelas. Y por fin aquel héroe estaba allí, con ella, en el mejor marco escénico que cualquier sufrida damisela romántica podría desear. ¿Cómo había podido estar tan ciega hasta entonces?

Con personajes inolvidables, con un escenario histórico reconstruido a la perfección, tras los pasos de Jane Austen, Elizabeth Bowman construye aquí una trama que atrapa al lector desde la primera página y le hace vivir las experiencias de esta nueva heroína de la literatura que es Fanny Clark.



El mayordomo y la dama
Verónica Lowry



John Brighton, heredero de una dinastía de prestigiosos mayordomos, recibe la oportunidad de su vida: trabajar para la duquesa de Deringham en la afamada mansión Denham Hall. Con el peso de la tradición a cuestas, Brighton no sabe si será capaz de desempeñar con eficacia el trabajo.

Lady Denham, la novísima duquesa, ha abandonado la vida en el campo para asumir las obligaciones ducales tras la muerte de un familiar, por lo que ha debido dejar atrás la vida sosegada, llena de traducciones y estudios, para ocuparse de tierras, bailes, cenas, relaciones sociales. Ha decidido contratar a un mayordomo para que organice el funcionamiento de la mansión que habita.

He ahí al mayordomo y a la dama. Ninguno de los dos está cómodo en su papel, que ambos se empeñan en llevar adelante con corrección. A pesar de eso, la atracción entre ellos se hace cada vez más palpable. Un robo misterioso y un manuscrito perdido de la cristiandad harán que deban estar juntos por fuera del vínculo habitual entre empleadora y empleado. Allí, encontrarán un refugio el uno en el otro.

Eres el sueño erótico de cualquier dama: el vínculo mayordomo doncella hecho realidad. Me atiendes, me ayudas y hasta adoptas la clásica actitud de decoro, seriedad y eficiencia cuando estás completamente desnudo.

Veronica Lowry nos trae personajes que mezclan la sensatez, el humor, el arrojo y el desafío a las convenciones para crear una historia en la que el amor puede imponerse sobre las diferencias sociales.

 Cuando me miras
Lena  Michell



El orgullo es un consejero terco que ofrece como única respuesta la obstinación. Aquellos que se dejan aconsejar por él emprenden tareas enormes: cruzan mares sin medir las consecuencias, descubren mundos nuevos, se enfrentan a cualquier situación en la que los ponga la vida.

Miranda Whisthire lo ha perdido todo: la casa, la fortuna, la prosapia inglesa. Las deudas paternas le vetaron el acceso a los círculos sociales en los que su familia se movía. Digna, orgullosa, resuelve casarse por correspondencia con un estadounidense para escapar de una Inglaterra de la que se siente expulsada. Cuando llega y descubre que su esposo, al que nunca conoció, ha muerto en un accidente, decide, orgullosa y digna, llevar adelante, pese a todo, la plantación que su marido le legó.

Morgan Hamilton es uno de los hacendados más importantes de la ribera del río James, en Virginia, Estados Unidos. Intrépido, hábil para los negocios, terco y orgulloso, decide que va a quedarse con las tierras del difunto esposo de Miranda. Supone que ella se las venderá de inmediato, asustada por tener que enfrentar una situación inédita para una inglesa de buena cuna y contenta por hacerse de un inesperado dinero. Obcecado y orgulloso, no cuenta con que ella sea igual que él. Sin embargo, el orgullo se deshace cuando se miran a los ojos:

Los ojos líquidos de Miranda lo absorbieron por completo y ya no pudo pensar en nada más. Solo era consciente de la atracción que sentía. Comenzó a beber como un poseso todas y cada una de aquellas lágrimas. Después su boca encontró la de Miranda y se quedó allí, saboreando aquellos temblorosos labios salados y húmedos, hasta que ella se abrió a la caricia y, por un fugaz instante, lo correspondió sin darse cuenta.

En Cuando me miras, que funciona como precuela de La línea del corazón, Lena Michell nos trae personajes irreverentes e inolvidables, y un retrato del nacimiento de Estados Unidos como nación: con los pioneros, las plantaciones, los esclavos y aquellos orgullosos que forjaron una época.


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